Aún las producciones más modernas rinden homenaje a los sonidos clásicos de los años 50 y 60—como los del RS56, el primer ecualizador paramétrico. Un ecualizador estéreo suave, potente y musical, el RS56 es perfecto para bucles, tambores y sintetizadores, o para todo el bus de mezcla.

Creado a principios de los años 50 para masterización, el RS56 se utilizó extensamente en las salas de corte de vinilo. Pero no pasó mucho tiempo antes de que los ingenieros de grabación de Abbey Road se dieran cuenta de que era superior a los controles de tono básicos que se encontraban en las consolas de esa época—y rápidamente se convirtió en una opción preferida, escuchándose famosamente en las grabaciones de los Beatles.

Aprovecha las Posibilidades Creativas de Mezcla del “Curve Bender”

Haz las cuentas—los 18 controles del RS56 permiten 14 millones (!) de combinaciones de control diferentes. Sin embargo, los parámetros están organizados de manera tan simple y lógica que ajustar el sonido correcto es fácil. Esta creatividad le valió a la unidad su apodo de “Curve Bender”, debido a su capacidad para distorsionar el sonido.

No Solo 3 Bandas—las Bandas Correctas

¿3 bandas? Mira de nuevo. Cada banda tiene 4 frecuencias seleccionadas y 6 caracteres de filtro diferentes, desde “romas” hasta “afiladas.” Estos parámetros fueron elegidos por su máxima musicalidad, y son válidos hasta el día de hoy.

Adiciones Digitales al Clásico Original

Los ±10 dB de ganancia de la unidad original se han incrementado a ±20 dB de ganancia en el plugin, para igualar los estándares de mezcla actuales. El plugin también añade opciones de Mid/Sides además de mono y estéreo. Y una pantalla gráfica—no posible en el hardware original—proporciona información sobre la configuración de respuesta de frecuencia.