En las décadas de 1920 y 30, EMI fabricó micrófonos para la realeza británica—el Rey Jorge V, el Rey Jorge VI y la Reina Isabel—pero estos hermosos micrófonos permanecieron olvidados en el Archivo de EMI durante décadas. Luego, en un extraño giro del destino, comenzó la producción de la película ganadora de premios, “El Discurso del Rey.”

Después de una meticulosa restauración, los micrófonos volvieron a la vida para grabar las secciones orquestales de la película, así como para “re-amp” el diálogo por autenticidad. Luego, los ingenieros de Abbey Road comenzaron a experimentar con el re-amping de guitarras y sintetizadores para obtener cualidades únicas y crujientes similares a un filtro. Claramente, los micrófonos nunca fueron diseñados para usarse de esta manera—pero romper las reglas es como te destacas.